Quiero dedicar ésta receta al equipo de hospitalización a domicilio de el
Hospital de Cruces, por ser muy atentos con nosotros y tener siempre una sonrisa, en especial se lo voy a dedicar a
Diana, que es la doctora que venía últimamente a casa y es muy majetona, a
Oihane (un cielo de chica) que le pongo ésta receta porque le encanta el queso y, como me temo que también le gusta el dulce, he unido las dos cosas para que babee un poco, jejejejeje, no quiero olvidarme tampoco de
Yolanda, que fue una de las primeras enfermeras que vino a casa y que, se preocupó mucho por la situación de mi marido, en fin, hay más gente pero como no recuerdo todos los nombres y no quiero dejarme a nadie en el tintero, os lo dedico a tod@s, muchas gracias chic@s y espero no veros por casa nunca más, jajajaja, mejor nos vemos tomando algo por ahí, un abrazo.
Esta receta es de Eva Arguiñano, a mi me encantan las tartaletas, lo malo es que, empiezas por una, luego va otra y otra, ¡¡ese es el peligro, que no sabes cuando parar!!.
Si os apetece podéis añadir por encima miel o algún tipo de mermelada o nata montada, de cualquier manera están de vicio.
- 32 tartaletas dulce pequeñas
- 100 grs. de queso fresco o requesón
- 25 ml. de nata líquida
- un huevo
- 25 grs. de almendra molida
- 100 grs. de azúcar
- unas pepitas de chocolate
- azúcar glass
Batir con la batidora el queso, la nata, el huevo, la almendra y el azúcar.
Rellenar las tartaletas y hornear a horno precalentado a 195º, unos 15 minutos.
En la mitad de ellas, echar unas pepitas de chocolate por encima un poco antes de sacarlas del horno, a la otra mitad de las tartaletas, echarles un poquito de azúcar glass por encima cuando ya las hayáis sacado del horno.