Si me sobra un poco de pasta, no me importa en absoluto comerla al día siguiente pero, por eso de variar un poco, el otro día me habían sobrado unos espirales con queso y tenía un calabacín en casa, así que hice unas sabrosísimas tortitas muy fáciles de hacer, ya se que no descubro la pólvora con ésta receta y es que yo creo que ya está todo o casi todo descubierto en la cocina pero, quizás le sirva a alguien
Os pongo la receta para hacerla sin las sobras de pasta, por si no tenéis hecha, es muy sencillo.
- 30 grs. de pasta (en mi caso, espirales)
- una cucharada sopera de queso azul en crema
- una cucharada sopera de queso mozzarella rallado
- una cucharada sopera de queso grana padano rallado
- una cucharada sopera de queso semicurado en crema
- 250 grs. de calabacín
- un huevo
- dos cucharadas soperas de harina
- sal
- aceite de oliva
Lavamos muy bien el calabacín, cortamos los extremos y lo picamos o rallamos con su piel, lo dejamos en un colador con un poco de sal para que suelten el agua
Cocemos la pasta en agua con sal, hecho ésto, escurrimos, añadimos los quesos y removemos bien, dejamos que temple, trituramos y añadimos, el huevo y el calabacín, removemos muy bien, añadimos la harina y mezclamos.
Cogemos una sartén antiadherente, echamos unas gotas de aceite y vamos echando porciones de la masa, aplastando hasta dar forma de tortita, dejamos que se haga a fuego medio por un lado, cuando esté dorado, damos la vuelta con cuidado de que no se rompa y doramos por el otro lado, retiramos del fuego y repetimos el proceso hasta acabar con la masa, servimos acompañado de la salsa que nos guste o sola.
Podéis acompañar de salsa alio-oli, mahonesa o salsa de tomate
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