Budines de queso de Burgos y flan de vainilla Sin azúcar

Tenía por la nevera un queso tipo Burgos desnatado que, para ser sincera, no me gustaba y tenía también un par de flanes de vainilla sin azúcar, me daba pena tirar el queso y estuve pensando en hacer algo con las dos cosas y me han salido ésta especie de budines, aunque no se si es el nombre correcto.

Os pongo la receta tal y como la he hecho, sin azúcar, aunque lo podéis hacer perfectamente con productos azucarados.

Para quien no lo sepa y no pueda tomar azúcar, en el Mercadona han sacado flanes de vainilla, de chocolate, de huevo y creo que también natillas sin azúcar, los flanes de huevo me han encantado, los de vainilla me han gustado menos pero, no están mal, los de chocolate y las natillas aún no los he probado, de momento, me quedo con los de huevo.

(han salido 6 unidades)

• 250 grs. de queso tipo Burgos desnatado (en mi caso Burgo de Arias)
• dos flanes de vainilla sin azúcar (he usado marca Reina)
• una cucharada rasa de edulcorante en polvo
• 3 láminas de gelatina neutra
• unas nueces
• piña en almíbar, sin azúcar añadido
• perlitas de chocolate (opcional porque estas si que tienen azúcar)
• galletas sin azúcares, con trigo y copos de avena (he usado Fontaneda)

Echar en el vaso de la batidora el queso, los flanes, la cucharada de edulcorante y una cucharada del almíbar de la piña, batir hasta obtener una crema, podéis sustituir el almíbar por un licor que os guste.

Poner las hojas de gelatina en remojo con agua fría, en un cazo echar un par de cucharadas del almíbar de la piña, poner a fuego y, cuando esté caliente, incorporar las hojas de gelatina escurridas, batir con un batidor de barillas, apartar del fuego y añadir la crema de queso.

Repartir  la mitad de la crema en unos moldes (he usado de silicona) echar por encima, unos trocitos de piña, unas nueces y unas pocas perlas de chocolate, cubrir con el resto de la crema y echar unos trozos de galleta por encima, así, al desmoldarlos y darles la vuelta quedarán como base de los budines.

Meter a la nevera hasta que esté perfectamente cuajado, desmoldar y ¡¡a comer que quedan buenísimos!, además, no empachan nada, son ligeros y suaves, como veis se pueden hacer postres riquísimos y que apenas engordan.