Ya lo he dicho tantas veces que me repito sin cesar ¡¡nos encanta el pollo!!, creo que es un tipo de carne con la que se pueden hacer mil recetas y cocinarlo de muchas formas
A nosotros nos gustan mucho los sabores caramelizados, con ese toque agridulce tan rico, hace tiempo publiqué unas Alitas de pollo caramelizadas y unos Muslitos de pollo caramelizados con sésamo, ésta receta que os traigo hoy varía un poco de aquellas y está, igualmente, buenisisisisisisima jejejeje.
- 8 alitas de pollo
- 200 ml. de agua
- 3 cucharadas soperas de azúcar moreno
- una cucharada sopera de vinagre de manzana
- 2 cucharadas soperas de salsa de soja
- 2 cucharadas soperas de ketchup
- unas gotas de tabasco
- una cucharada sopera rasa de Maizena
- una pizca de cayena en polvo
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta blanca
Limpiar las alitas, cortar por la unión de los huesos y salpimentar al gusto, colocar en una fuente. En un bol mezclar el resto de ingredientes menos el aceite, mezclar bien y echar por encima de las alitas, mezclar y dejar en ésta maceración un par de horas como mínimo, si las dejáis de un día para otro, mejor. Sacar las alitas de la maceración y freír en aceite caliente, hasta dorar bien, cuando estén doradas, retirar a un plato, retirar el aceite de la sartén y echar todos los ingredientes del adobo, poner a fuego medio-alto removiendo, hasta que reduzca la salsa, en ese momento probar la salsa por si necesitara más sal o azúcar, u otro ingrediente, añadir las alitas, remover y servir.
El tabasco y la cayena son optativos, le da un puntito picante, pero si no os gusta el picante, prescindid de éstos dos ingredientes, yo lo he hecho con y sin ello y queda muy bien de las dos formas, todo es cuestión de gustos. En cuanto a las cantidades son un poco orientativas, depende mucho de los gustos personales.
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